¿Cómo se sobrevive a una tarde de domingo en Tenerife?

 

¿Cómo se sobrevive a una tarde de domingo en Tenerife?

 

Ya está. Mi padre tiene Alzheimer, desde hace tres años, en un grado bastante avanzado, ya no se entera mucho si vas a verle, a acompañarle. El diagnóstico de mi madre es más reciente, pero ha sido más rápido: demencia vascular. No sé si la expresión es correcta, pero como se suele decir, está en un estado catatónico: vas a verla, y muchas veces ni se inmuta, es como si le diera todo igual. Así que ya se ha convertido en una cosa que haces más por ti que por ellos. Que esté los domingos en Gran Canaria acompañando a mis padres puede que me haga sentir mejor a mí, pero, la verdad, a ellos, ya no sé hasta qué punto se enteran.

Domingo por la tarde, salgo a dar un paseo por una Laguna fría y más bien desierta (coincide que en Tegueste hay romería). Dicen que la terapia cognitivo- conductual tiene que ver con hacerte consciente de hasta qué punto son tus pensamientos irracionales los que te hacen sufrir. Ya no es sólo que mi madre ya no me quiera (se llama anhedonia, es una de las consecuencias de algunos tipos de demencia, la incapacidad de sentir emociones). Es que dices, ¿y ahora quién me va a querer? No es que en Gran Canaria sea el rey del mambo, pero algo ligo. Pero, ¿aquí? Lo considero algo digno de estudio sociológico. Yo soy la misma persona, pero cuando estoy allí, simplemente haciendo mi vida (o bueno, también a veces, entrando en aplicaciones), me aparecen chicas con ganas de conocerme, algo ligo. Pero cuando estoy aquí…. Ensayo varias explicaciones. Quizá no es la isla, sino dónde estoy, que no me muevo en los círculos adecuados. Aunque bueno, igual sí que tiene algo que ver. Alguien dijo alguna vez que todos podemos ser lo que se busca, lo que falta es encontrar el mercado adecuado. Por lo que sea, yo no soy aquí lo que se busca, mientras que allí, sin ser la última Coca Cola del desierto, se ve que sí que soy un producto más demandado.

Deberían prohibir los domingos por la tarde. Es un programa de Radio 3, lo lleva Isabel Coixet. Yo no sé a qué tipo de público se dirige ese programa, pero sí que creo que lo de que deberían de prohibir los domingos por la tarde se aplica especialmente a los solterones que no tienen familia en el lugar en el que viven. El jueves, el viernes, el sábado por la tarde- noche mucha gente piensa, “solterón y cuarentón, qué suerte tienes cabrón”. Y bueno, hasta cierto punto no le falta algo de razón a quienes piensan así. Ya uno está en una edad en que te encuentras a gente que está jugando la segunda vuelta. Es decir, gente que se casó, crio los hijos, se divorció, y ahora no sabe qué hacer algunos viernes o sábados por la tarde-noche. ¿Vamos a tomar algo? te dicen, y están encantados de que les demuestres que sigue habiendo vida incluso aunque nunca te hayas casado. El domingo por la mañana toca hacer deporte. Antes creo que a veces me pegaba unos tutes de entrenamiento tan grandes que el domingo por la tarde lo pasaba recuperando. Pero lo de aplacar el alma mortificando el cuerpo, aunque sea una costumbre de rancio abolengo en la católica cultura española, no es algo que puedas hacer siempre, todos los domingos, más si ya has pasado los 50, que luego vienen los problemas y las lesiones.

 

Domingo por la tarde. Has ido a entrenar, quizá has leído con calma el periódico, has almorzado. ¿Qué puedes hacer un domingo por la tarde? Recurrir a la ficción. La tele, igual que el tabaco, debería de llevar una advertencia: Las autoridades sanitarias advierten de que si es usted solterón(a) y no tiene familia cerca el visionado de la televisión el domingo por la tarde puede afectar seriamente a su salud (mental). Las novelas no son mucho mejor, me estoy leyendo “El accionista mayoritario”, de la serie del Comisario Kostas Jaritos, del escritor griego Petros Márkaris: un comisario de media edad con mujer y una hija que acaba de terminar su doctorado y está empezando su vida. ¿Qué modelos podemos encontrar quienes no tenemos familia? Ya, Miss Marple y Poirot, pero creo que ya debo haber visto todos los capítulos de David Suchet, y he leído unas cuantitas de las novelas de Agatha Christie. Atención a la diversidad: ¿qué modelos de vida que valgan la pena ser vividos se te presentan si eres un maduro que no tiene familia propia? Ya, atiende a tu familia. Pero es que tus padres ya no se enteran, y además están en otra isla.

La verdad es que cuando la gente tiene determinadas enfermedades mentales al final ya casi que lo haces más por ti que por ellos. La verdad es que las comparaciones son odiosas. Cuando estoy en Las Palmas, las reuniones de “The Art of Meaningful Conversations” se hacen los domingos por la tarde, cada quince días. Bueno, al menos puedo bajar a Santa Cruz, al bar de la Guiri, y mezclarme con su crowd of lonely hearts (thank you, Jenny). Pero claro, es que no hay comparación: domingo por la tarde en Las Canteras, te bajas, vas a la playa y punto. Y si no, te vas a caminar por el paseo, que está lleno de gente y de animación, así es difícil deprimirse. ¿Has intentado ir de paseo un domingo por la tarde por Santa Cruz? Con tan poco ambiente, y calles tan vacías, es mucho más fácil deprimirse. La verdad es que por último muchos domingos La Laguna está muy animada. Pero claro, que no haga el típico frío lagunero, porque la verdad es que si no es normal que a nadie le apetezca estar en la calle un domingo por la tarde. Los domingos por la tarde, al menos por aquí, se hicieron para la familia, ya sea la que tú has creado o la que te creó a ti. ¿Y qué haces si no tienes familia o aquí?

No se sabe qué fue antes, si el huevo o la gallina. A menudo hago autocrítica. Y pienso que si me resulta más fácil ligar allí que aquí es porque aquí nunca me he acabado de integrar. A ver, si para integrarte tienes que decir que el Tete es mejor que la UD, o que esta isla es mucho más bonita que la otra, apaga la luz y vámonos. Como me preguntó ayer Martin, un chico checo en el bar de Jenny, It may be a stupid question, but how do you compare… Pues sí, ciertamente, it is a stupid question. Los sitios los hace la gente. Y estás bien donde te sientes querido. Por eso, no esperen de mí que cometa crimen de lesa patria: siempre estaré bien en Las Palmas de Gran Canaria porque siempre seré querido. La madre que te parió, tu padre, tu hermana, la gente que iba contigo a clase cuando tenías 5, 10, 15 años. Claro que en la vida puede haber otros amores. Sí, hago autocrítica: quizá si nunca me han acabado de querer aquí es porque siempre he acabado yéndome. Claro que no se sabe qué fue antes, si el huevo o la gallina. Para qué me voy a quedar un domingo aquí, donde no me quiere nadie, ¿no es más normal que vaya donde se me quiere? El problema es que mi madre ya está catatónica, y mi padre, aunque pega unos gritos de alegría cuando me ve, tampoco se alegra mucho. Y que habrá que alquilar la casa de mi madre, porque las residencias son muy caras y, claro, entonces, ¿dónde me voy a quedar yo?

Deberían de prohibir los domingos por la tarde. Especialmente si estás soltero, y no tienes aquí a tu familia. Ya luego llega el lunes, y el trabajo te ayuda a sobrellevar la semana. Otra vez lo mismo, al final entre semana hasta tiene sus ventajas, te puedes organizar para trabajar, incluso puedes entrenar. Pero ya cada vez se me está haciendo más difícil sobrevivir a los domingos por tarde en Tenerife. Quizá, como siempre, la solución pasa por simplificar. Vas y vienes, y si te pasas el día en eso, al menos entretienes el domingo, porque llega una edad en que el domingo no se puede trabajar (antes se decía que trabajar en domingo era pecado). Es difícil sobrevivir a los domingos por la tarde, en Tenerife. Pues no estés en Tenerife. Y ahora me acuerdo de cuando he tenido novia en Tenerife, que si me iba un fin de semana a Gran Canaria a ver a mi familia no le gustaba mucho, aunque ella, por supuesto, tenía claro que el domingo quería pasar tiempo con la suya. Si es difícil sobrevivir a los domingos por la tarde en Tenerife, porque no te sientes querido, no estés en Tenerife. Claro que, si no estás en Tenerife, tampoco creas las condiciones para sentirte querido en Tenerife. Ya mi primo no está aquí, ni su hijo tampoco, pero quizá podría hablar con Milagros, su mujer, y pasear a Rodriga, la perrita, los domingos por la tarde. Y luego, when evening comes, you can always go to La Guiri.

Deberían de prohibir los domingos por la tarde. Porque no siempre se puede leer no ficción, ni ver documentales en televisión. Y cuando no tienes pareja ni hijos, y tus padres están, pero es ya como si no estuvieran, cuesta encontrar un modelo de algo que valga la pena hacer un domingo por la tarde, que no se debe trabajar. Aunque, como casi siempre, la solución pasa por concretar y simplificar. No es que aquí no haya playa (en La Laguna no, desde luego), pero es complicado llegar hasta allí. No es que no haya sitios donde no haya ambiente y gente paseando, pero o son zonas turísticas o son centros comerciales. Así que, si lo que te resulta triste son los domingos por la tarde aquí, es eso lo que deberían de prohibir. Yo siempre he pensado que éste es un sitio muy conservador y tradicional (al fin y al cabo, hace 500 años que gobiernan los mismos, los últimos 50 se llaman ATI-CC). Y no es bueno salirse de lo que se considera lo normal en un sitio que es muy tradicional. Así que, si no tienes pareja ni hijos, y ya tienes una edad, deberían prohibir los domingos por la tarde en Tenerife. Y si no, ya se sabe lo que se dice en canario: mándese a mudar.

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