¿Por qué la gente se comporta como se comporta? Introducción a la
Sociología
Manuel Ángel Santana
Turégano
La Laguna, otoño 2020.
¿Por qué la gente se comporta
como se comporta? ¿Por qué, en una situación de pandemia, hay gente que se pone
la mascarilla y quién no? ¿Por qué la gente le presta más atención a las
tonterías que ve en Facebook que a los problemas de su municipio? ¿Por qué el
COVID19 ha afectado más a unos países que a otros? ¿Por qué hay empresas y
modelos de negocio que acaban configurando como vivimos mientras que otras, que
parecían prometedoras, acaban fracasando? ¿Por qué hay que poner multas para
lograr que la gente se comporte como se debería de comportar? Si alguna vez te
ha interesado alguna de estas cuestiones entonces es que te interesa la
Sociología. En nuestro contexto (Canarias, España) se entiende que todas las
personas han de cursar una serie de estudios que se consideran obligatorios, es
justamente lo que se llama ESO (Educación Secundaria Obligatoria). Antes de
llegar a la universidad se estudian muchas materias, como Matemáticas, Lengua,
Biología, Filosofía, o Historia, porque se considera que toda persona, para
tener una adecuada comprensión del mundo en que le ha tocado vivir, y poder
desenvolverse en él, ha de tener unos mínimos conocimientos de estas materias.
Se estudian también “Ciencias Sociales”, entre las que suele incluir, además de
la Historia, la Geografía, y a menudo la Economía, muchas personas llegan a la universidad
habiendo cursado alguna asignatura de Economía. Sin embargo, casi nadie ha
estudiado Sociología, con lo cual, la primera pregunta que a menudo surge
cuando se inicia el estudio de la materia es: ¿Qué es la Sociología?
El término “Sociología” fue
creado por Augusto Comte, filósofo y estudioso francés, en 1837, uniendo una
raíz latina (socio) y otra griega (logía). Como se deduce de la etimología del
término, podría decirse que la sociología es “el estudio científico de la
realidad humana”. ¿Cabe pensar por tanto que todo lo que se ha estudiado en la
educación primaria, secundaria y el Bachillerato bajo el título genérico de “Ciencias
Sociales” es “Sociología”? Pues en parte sí, si bien, como veremos
posteriormente, entre las diferentes Ciencias Sociales hay diferencias más o
menos grandes. A veces, al igual que con las Ciencias Naturales, las
diferencias tienen que ver con el objeto de estudio. Así, de la misma manera
que la biología estudia los seres vivos y la química los procesos químicos, la
geografía humana (o social) estudia la dimensión geográfica de los procesos
sociales. Pero, además, las diferencias, tanto en las Ciencias Naturales como
en las Sociales, tienen que ver a menudo con la perspectiva con la se encara el
estudio. La biología tradicionalmente iba por un lado, la química iba por otro
y al final han acabado encontrándose en la bioquímica, uno de los campos en que
más descubrimientos se han hecho en los últimos años. Aunque esto no es más que
una enorme simplificación, para lo que aquí nos ocupa podemos decir que, en
realidad, las diferencias entre la sociología, la economía, la antropología
social y la psicología social tienen que ver sobre todo con una cuestión de
perspectiva. Por otro lado, es importante hacer la diferenciación entre otras
materias, como puedan ser la Filosofía, el Derecho, la Ética o la Religión, que
a menudo dan nombre tanto a asignaturas como a estudios universitarios, y las
Ciencias Sociales. Mientras que estas disciplinas tienen un carácter normativo,
es decir, se encargan de “lo que las cosas deberían ser”, las Ciencias
Sociales, en cuanto que disciplinas científicas, no se encargan de diferenciar
el bien y el mal. Por poner ejemplos recurrentes, desde la ética o la religión
cabría plantear que deberíamos ser todos más solidarios y no preocuparnos tan
sólo por nuestro interés propio. Desde el derecho lo que se hace es que cuando
se considera que una persona se comporta de manera inaceptablemente insolidaria
para los criterios de la sociedad en la que viven se le pueden imponer
sanciones. Así, por ejemplo, si conduces a 200 por hora se te multará,
ocasiones un accidente o no, porque el que a ti te guste el riesgo pone en
riesgo la vida de otras personas, y eso en nuestra sociedad lo consideramos
inaceptable. A menudo muchas personas plantean que si el conocimiento
científico nos permite “conocer cómo las cosas son” también nos debería de
permitir decir cómo deberían de ser. Así, por ejemplo, se plantea por analogía
que si el estudio de las ciencias naturales nos permite saber ahora (hace 50
años no se sabía) que fumar provoca cáncer, la ciencia natural nos da pistas acerca
de cómo nos debemos de comportar nosotros como personas, y la ciencia social
nos debería dar pistas acerca de cómo organizar la sociedad. Y éste es, en
realidad, es un buen ejemplo. Antiguamente se contaba un chiste en que cuando
alguien decía “ni fumo, ni bebo, ni voy
con mujeres/hombres” la otra persona contestaba: ¿y entonces para qué
vives? La cuestión de si vale más vivir 70 años a tope o 99 pero renunciando a
muchos de los placeres de la vida no puede responderse de manera “científica”.
Y, en el mismo sentido, aunque la ciencia nos puede dar pautas, ideas y
orientaciones, ha de quedar muy claro desde el inicio: la sociología no es el estudio de
cómo debería de ser la sociedad.
Dicho esto, al comenzar el
estudio de la Sociología en la tercera década del siglo XX, en un contexto
marcado por la pandemia global del COVID19, es necesario remarcar que la
realidad es multifacética, y que cabe dar distintas explicaciones a fenómenos
distintos. A finales del siglo XX, cuando la Sociología pugnaba para ser
aceptada como disciplina científica, había quien planteaba que no hacía falta
una disciplina específica. ¿Por qué la
gente se comporta como se comporta? Si
estamos viendo un documental de biología nos explicarán que los animales se
comportan siguiendo su instinto, y que, por lo tanto, si “la gente” de la que
estamos hablando son leones, por ejemplo, basta con la biología para comprender
cómo se comportan: “el león ha recorrido
varios kilómetros de distancia al percibir por las feromonas que la leona ha
expandido por el aire que ésta estaba en celo. Al ser el primero en llegar, y
no tener que pelear para hacerlo, copula con la hembra, asegurando así su
descendencia”. ¿Alguien ha visto alguna vez que cuando llegue el león la
leona diga: “bueno, es que en realidad no
sé si es mi momento para tener hijos, creo que primero quiero ir a la
universidad”? Parte de lo que nos
pasa a los seres humanos se entiende a partir de la biología. Así, por ejemplo,
contraes un virus y enfermas, o lo pasas de manera asintomática, y eso no es
una cuestión cultural, ni social. Parte de lo que nos pasa a los seres humanos
tiene que ver con lo que tradicionalmente se ha considerado el ámbito de la
psiquiatría/psicología. ¿Por qué hay gente que pasa de todo y se salta las
normas y contagia a sus familiares? A veces se dice, coloquialmente, que es “porque están locos”. Y eso, en algunos
casos, es efectivamente así. Pero después hay una parte del comportamiento
humano que precisa de una explicación social (y cultural). ¿Por qué en unos
países pasan unas cosas y no en otros? ¿Por qué en España (antes de la COVID19)
nos apresurábamos a besar a casi cualquier que nos presentaran, a los hombres
les dábamos la mano y en otros países sólo se besan quienes tienen mucha
familiaridad? Es curioso, por ejemplo, lo que sucede en países cercanos, como
Francia, Italia o muchos países árabes, en que no es extraño ver a dos hombres
en la calle darse un beso en la mejilla, pues es algo que hacen hermanos,
familiares y amigos estrechos, mientras que con quienes se tiene menos
familiaridad, sea hombre o mujer, se da (se daba) la mano, mientras que en
España lo normal es que, teniendo el mismo grado de familiaridad con dos
personas al hombre se le dé la mano y la mujer un beso.
https://latinews554726580.wordpress.com/2018/04/24/ee-uu-y-francia-sellaron-trabajo-conjunto-sobre-iran-con-un-beso/
Me imagino que a la mayoría de
quienes han leído esto les habrá resultado extraño. Imagina que eres un chico (hombre)
que llegas el primer día de tu vida a la universidad. Te encuentras a alguien
que conoces, que está con otras dos personas, un chico y una chica. Tú, obviamente,
es el primer día en la universidad, quieres ser amable y hacer buenos amigos. Así
que, como primero te han presentado a la chica, que te ha dado dos besos en las
mejillas, haces lo mismo cuando te presentan al chico. ¿Verdad que nos resultaría
extraño? Ver lo extraño en lo familiar
es uno de los rasgos que se suelen asociar a la PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA, que es aquello a lo que se suele dedicar
el primer tema de los cursos de introducción a la sociología. También se suele
decir que “empezamos a pensar en términos sociológicos cuando empezamos a pensar
en términos de cómo el pertenecer a unos grupos sociales u otros condiciona
nuestro comportamiento”. Si
reflexionamos sobre el ejemplo anterior veremos que una chica que se haya
criado en España verá como normal que cuando le presentan a un chico el primer
día de la universidad éste le dé un beso. Si se hubiera criado en Alemania o Suecia,
sin ir más lejos, pensaría algo así como “dónde
irá el confianzudo éste a darme un beso si no lo conozco de nada” (obviamente,
el equivalente de algo parecido en alemán o sueco, por supuesto).
¿Por qué la gente se comporta
como se comporta? Por diversos motivos, la respuesta que se tiende a dar a esta
pregunta se basa en lo que en Ciencias Sociales se llama el paradigma del homo economicus. Se tiende a pensar que las personas son agentes
racionales que, a la hora de decidir qué hacer, calculan los beneficios e
inconvenientes de cada de una de las opciones que podrían tomar y finalmente
optan por aquella que les dé más satisfacción. El término paradigma, palabreja propia de la epistemología de las Ciencias Sociales
y que quienes profundizan en el estudio de la Sociología suelen usar con
asiduidad, podría definirse como “una
manera de acercarse al estudio de la realidad, desde una determinada
perspectiva y con determinadas herramientas”. Antiguamente se pensaba que era el Sol el que
giraba alrededor de la Tierra, luego vinieron Galileo y Copérnico y le dieron
un giro copernicano al asunto. ¿Es cierto que el comportamiento colectivo de
los seres humanos se puede comprender adecuadamente a partir del paradigma del homo economicus? Si hay ámbitos en que parece evidente que los seres humanos
no se comportan siguiendo ese modelo, ¿quiere decir que ese modelo no sirve
para nada? En algún momento se descubrió que desde la Tierra vemos siempre la
misma cara de la Luna. No quiere eso decir, por supuesto, que lo que veamos no
sea cierto. Pero sí que lo que vemos no son todas las caras de la luna. Hasta
hace no tanto tiempo, la diferencia entre economía y sociología se solía hacer
en términos de ámbitos de comportamiento. Se presuponía, por ejemplo, que
cuando uno iba al banco a solicitar un préstamo, o a que le aconsejaran cómo
invertir tu dinero, se comportaba de acuerdo al modelo del homo economicus, y por ello la economía se encargaba de estudiar
este tipo de fenómenos. Por otro lado, la mayoría de los padres y madres
confirmarían que si uno se fuera a pensar lo que te cuesta y lo que obtienes a
cambio no saldría a cambio. Por ello, se tendía a suponer que en determinados ámbitos
las personas, más que comportarse en función de un cálculo de costes-
beneficios, se comportan en función de pautas socialmente establecidas de cómo
se deben comportar las personas cuando desempeñan determinadas posiciones
sociales (roles). ¿No han oído nunca cosas del tipo “es que una madre lo da (lo tiene que dar) todo por sus hijos”?
Pues bien, tradicionalmente, la Sociología
solía encargarse del comportamiento de los colectivos humanos en aquellos ámbitos
en que se suponía que el paradigma del homo
economicus no permitía una explicación adecuada de aquella cuestión de por
qué la gente se comporta como se comporta. Ahora bien, lo cierto es que
en la segunda mitad del siglo XX empezaron a darse cambios en los paradigmas. Desde
el mundo de la economía, autores como Gary Becker, ligados a la corriente teórico-
política de la economía liberal, empezaron a aplicar la perspectiva del homo economicus a ámbitos a los que
hasta entonces no se aplicaba, surgiendo entonces una “economía del amor”, “economía
de la delicuencia” o “economía del delito”. Por otro lado, se ha comprobado
que, incluso en aquellos ámbitos en que imperaba el paradigma del homo
economicus la cultura cuenta, de forma que no sólo ha surgido una “Sociología Económica”,
sino incluso una “Sociología de las Finanzas”, y veremos algo de ello al final
de este curso.
En cualquier caso, para ir
concluyendo con esta primera y somera introducción al “objetivo y métodos de la
sociología”, nos podemos quedar con una serie de idea. En primer lugar, que la Sociología
es el estudio científico de la sociedad, estudio que en realidad se comparte
con otras Ciencias Sociales. La particularidad de la Sociología es que el análisis
de la cuestión por qué la gente se comporta como se comporta se tiende a
partir de un supuesto o paradigma: la
gente se comporta siguiendo pautas socialmente establecidas acerca de lo que se
tiene que hacer en cada situación y posición social. Por ello,
desarrollar la perspectiva sociológica implica pensar en términos de cómo el
pertenecer a unos grupos sociales u otros condiciona la vida que vivimos (y
como la vivimos). Y ello a menudo nos lleva a ver “lo extraño en lo familiar”,
pues lo que un grupo social puede ver como algo “normal” es para otros grupos
sociales algo extraordinario. Pensemos, sin ir más lejos, en algo que
seguramente tiende a “preocupar” a quienes acceden a la universidad. ¿Cómo
estamos en las playas? En Alemania la práctica del nudismo es relativamente
normal, y en Fuerteventura, Gran Canaria y La Gomera, donde hay mucho turismo
alemán hay playas nudistas en entornos relativamente céntricos, cosa que no
pasa donde no hay tanto turismo alemán. En muchos países de América (Brasil el
ejemplo típico) es normal ir para las mujeres ir a la playa con tangas minúsculos,
pero sería impensable hacer top less, mientras que en muchos países de Europa
hacer top less es más “normal” que usar esos tangas tan pequeños. En algunos países
que los hombres se eliminen el vello corporal es lo normal, mientras que en
otros sería muy raro. ¿Queda claro el concepto de “ver lo extraño en lo
familiar”? Lo que vemos como extraño o familiar tiene que ver con nuestra
cultura. Un conocido manual de introducción a la sociología planteaba que “el ser humano está en la sociedad” (la
sociedad sería una agrupación de seres humanos), pero también es cierto que “la
sociedad está en los seres humanos”. Y es que, al fin y al cabo, incluso para
pensar usamos algo, el lenguaje, que ninguno de nosotros hemos creado. La
discusión sobre si primero está la sociedad y luego el individuo es un poco
como el debate de si primero fue el huevo o la gallina. Pero lo cierto es que
cada uno de nosotros vamos interiorizando la cultura de nuestra sociedad a través
de un proceso, que se denomina “proceso de socialización”, de manera que si no
hubiéramos estado mínimamente socializados sería imposible incluso que esta
comunicación estuviera teniendo lugar. Pero eso es algo que quedará para el próximo
tema.
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