Ten fe en ti

 

 

Ten fe en ti

(You are threatening my sense of self- efficacy)

 

¿Alguna vez has tenido la sensación de que lo que de verdad necesitarías es un buen abrazo y el convencimiento de que nadie te lo va a dar? ¿Alguna vez has tenido la sensación de que, no importa lo que hagas, lo que de verdad tú querrías es para ti imposible? La culpa, te dicen, es tuya, por no mantener una actitud positiva, porque nada es imposible si de verdad te esfuerzas. La culpa, me dicen, es mía, por desear lo que no puedo alcanzar. No tienes por qué estar con nadie, se está muy bien soltero. ¿Quiénes les dan abrazos a los solteros cuando lo necesitan? No es verdad que nada sea imposible si de verdad te esfuerzas, hay cosas que son imposibles. Mi padre falleció, es imposible que vuelva a la vida. Mi madre tiene una enfermedad neurodegenerativa, es imposible que ésta desaparezca. Yo voy envejeciendo, es imposible que rejuvenezca. Es cruel que te toque cuidar a tus padres y no tengas hijos ni pareja. Porque sabes que tú cuidas, pero a ti no te van a cuidar. Ni siquiera te van a dar un abrazo cuando lo necesites.

 

Siempre he pensado que el derecho al pataleo es el más inalienable de los derechos humanos. Por eso siento que se me niega la dignidad como ser humano cuando se me niega el derecho al pataleo. ¿Qué problemas vas a tener tú, si no tienes hijos, ni pareja, si tienes un contrato indefinido y una casa casi pagada? Dicen que al menos debes permitirte verbalizar y expresar lo que sientes, que es terapéutico. Querría no haberme sentido solo cuando falleció mi madre, no haber dormido solo la noche en que lo enterré. Querría no sentirme solo cuando tengo que enfrentarme a cuidar el final de mi madre. ¿Por qué estás solo? Los estudios señalan que uno de los motivos por los que declaran que están solos quienes lo están (y desearían no estarlo) es porque estar con alguien, encontrar alguien con quien estar, requiere de unos recursos, sobre todo de tiempo, de los que ahora mismo no disponen. Quizá porque tienen que cuidar a otros. Al fin y al cabo, siempre ha habido una tía que se quedaba solterona para que otras pudieran casarse y ocuparse de sus hijos, ya se encargaban ellas de los padres. Ah, no, es verdad. Son las mujeres las únicas que se ocupan de los cuidados. ¿Cómo vas a tener tú derecho al pataleo? ¿Qué problemas vas a tener tú, si eres hombre?

 

Intenta preocuparte por tener una vida. Para ello necesitas tener autonomía para decidir dónde, cuándo y con quién pasar tu tiempo. Cosa que pocas veces tenían las tías solteronas. Hay quien dice que para qué vas a tener pareja, que se está mejor en soltería. Para qué quieres pareja, siempre puedes tener un grupo de amistades en que apoyarte. Claro que los grupos de amistades estarán en algún sitio. ¿Dónde estás tú? Para vivir una vida que valga la pena ser vivida necesitas poder hacer cosas de las que hacen que la vida merezca la pena ser vivida. Y para ello necesitas tener autonomía para decidir a qué dedicas tu tiempo. Dicen que todo el mundo necesita tener fe. Dicen que tener fe en algo es confiar en que ese algo acabará sucediendo, a pesar de que, a juzgar por cómo hasta ahora se han dado los acontecimientos, parezca poco probable. Has pasado ya más de la mitad de la vida, y menos del 10% de tu vida has tenido quien te abrazara. Hay gente más joven, más atractiva, más inteligente, mejor partido. No parece muy probable que vayas a encontrar quien te abrace. ¿Soy la única persona a la que a menudo sus familiares le hacen sentir que es una mierda, porque no es como ellos o ellas, o como ellos o ellas hubieran querido que fuera?

 

 

No te preocupes, todo se arreglará, las cosas pasan cuando menos te lo esperas. Pues no. Las cosas pasan cuando se crean las condiciones para que pasen. Lo cual quiere decir que has de crear los espacios, físicos y temporales, y las disposiciones, en tu mente, y en la de los demás, para que pasen. Nunca vas a permanecer mucho tiempo a flote si te rodeas de gente que siempre está empujando para que te hundas. Para tener fe necesitas tener fe en tus capacidades. Y para ello necesitas rodearte de gente que no te haga sentir incapaz. Si quienes te rodean te hacen sentir así, tendrás que dejar de rodearte de esa gente. Haz cosas que te ayuden a sentirte capaz, rodéate de gente que te haga sentir capaz. Aunque sepas que, por supuesto, hay muchas cosas de las que eres absolutamente incapaz. Porque la vida va de ser competente, no de ser competitivo.

 

 

Entonces. Cuando te rodees de gente que te haga sentir capaz. Cuando hayas hecho ya cosas que te hacen sentirte capaz, y tengas una idea más clara de aquello para lo que eres absolutamente incapaz, entonces, ten fe. Piensa que aquello que quisieras que pasara, por improbable que pueda parecer, puede pasar. Que sí, que puede que mañana te atropellen y que fallezcas sin que aquello que esperabas llegara a suceder, pero al menos habrás vivido más feliz. Vivir, cuando sabes que vas a morir. Vive pensando que el día en que mueras habrás aportado aunque sea un granito de arena a hacer del mundo un lugar mejor. Por eso haz lo que quieras, salvo una cosa. Nunca destruyas el sentido de autoeficacia de nadie. Porque si alguien se siente incapaz no puede tener fe en sí. Y así no se puede vivir, tan sólo sobrevivir, o, aún peor, malvivir.

 

NOTA FINAL: LAS AUTORIDADES SANITARIAS ADVIERTEN

 

En la sociedad contemporánea cualquier cosa que digas o hagas se puede usar para destruir tu fe en ti. Te van a decir que tú puedes lograr cualquier cosa que te propongas y, obviamente, cuando veas que no es así te vas a derrumbar. En los colegios, en las universidades, en las empresas, en los medios, se crean sistemas en los cuales, para justificar el poder y acceso a los recursos de unos pocos se hace sentir otros muchos que son incapaces, o, al menos, menos capaces: es que tú no sacas notas tan buenas, es que tú no corres tanto, es que tú no tienes tantas publicaciones o sexenios, es que tú no eres tan productivo o trabajador, es que tú no vales tanto (como el otro/a). ¿Tanto? Lo importante es que vales, no cuánto.

 

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