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Mostrando entradas de febrero, 2019

Las cosas no son lo que parecen. ¿Y si tener hijos no fuera lo normal?

Las cosas no son lo que parecen. ¿Y si tener hijos no fuera lo normal? La Laguna, febrero de 2019. Las mujeres son muy exigentes a la hora de emparejarse (contrariamente las chimpacés hembras, sus referentes más cercanos en el mundo natural). La mayoría de los hombres no está a la altura de sus criterios. Por eso en las páginas web de citas las mujeres suspenden al 85% de los hombres (…) Es la mujer, en el papel de la naturaleza, la que mira a la mitad de los hombres y les dice ¡No! Para los hombres se trata de un encuentro directo con el caos, algo que sucede con una fuerza devastadora cada vez que no consiguen una cita (…) Es la tendencia femenina a decir que no, más que ninguna otra fuerza, lo que ha dirigido nuestra evolución, de tal forma que nos hemos convertido en las criaturas creativas, trabajadoras, s, erguidas y de gran capacidad cerebral (competitivas, agresivas, dominantes) que somos. Es la naturaleza, en el papel de mujer, la que dice “mira chaval, vales para se

La familia, la escuela y la búsqueda de la felicidad: ¿para qué educamos?

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La familia, la escuela y la búsqueda de la felicidad: ¿para qué educamos? Manuel Ángel Santana Turégano, La Laguna, febrero de 2019. Cuando yo era niño, allá por la década de 1980, sentía que el objetivo de la educación, lo que esperaban de mí en el colegio y en mi familia era, como lo decían las abuelas, que el día de mañana me convirtiera en “una persona de provecho”, lo que podía traducirse, más o menos, en que el día de mañana fuera “una persona respetada y respetable”. Por entonces no se pensaba que la felicidad del individuo fuera importante, y desde luego no era el objetivo de la vida, ni de la educación. Se trataba de lograr que las personas aprendieran a hacer lo que tenían que hacer, convertirse en “hombres y mujeres de provecho”. Y, en el mejor de los casos, la felicidad vendría como subproducto: si eras una persona respetada y respetable, y vivías de acuerdo tanto a los dictados de la sociedad como a tu propia naturaleza, alcanzarías un estado de satis

De Alaska al Despacito de Luis Fonsi: ¿a quién le importa la Sociología?

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De Alaska al Despacito de Luis Fonsi: ¿a quién le importa la Sociología?  Manuel Ángel Santana Turégano, febrero de 2019. En 1986 el grupo musical Alaska y Dinarama lanzó un disco llamado “ No es pecado ” en el que se incluía la canción, “ A quién le importa ”, cuya letra trataba lo que de alguna manera podría denominarse “ el condicionamiento social del comportamiento de las personas ” [1] . Diez años después, en 1996, me licencié en Sociología. Y después de 15 años siendo profesor de esta materia he llegado al convencimiento de que a la sociedad la Sociología le importa un bledo. Al fin y al cabo, si fuera importante se estudiaría en el colegio o al menos en el Instituto, y si bien hay una modalidad de Bachillerato que se llama “Ciencias Sociales”, en él se estudian disciplinas como la Geografía, la Economía,   incluso Economía de la Empresa, mientras que sólo en muy pocos centros existe la posibilidad de estudiar, de manera optativa, Sociología. Más de treinta años desp